Ciudad-dormida: Fiesta de la Carvochá y la Chicharrona en la comarca de Las Hurdes
Ciudad-dormida: Fiesta de la Carvochá y la Chicharrona, esencia popular hurdana / Mesegal, Pinofranqueado, Las Hurdes (Extremadura, España)
Víctor Manuel Pizarro
UN VIAJE A MESEGAL
De Fregenal de la Sierra a la alquería de Mesegal me separaban casi 300 kilómetros y dos paisajes rurales muy diferentes. ¡Qué grande y variada es Extremadura! Fregenal de la Sierra es un pueblo de la Baja Extremadura, blanco, con calles de forja y cal, rodeado de vastísimos encinares y alcornocales adehesados. Mesegal, una pequeña alquería de Las Hurdes rodeada de paisajes serranos de vértigo, con pinares, olivares y pequeñas huertas en las vegas más fértiles.
Me levanté muy temprano. Quería subir con tiempo suficiente con la idea de hacer paradas y disfrutar del amanecer y de las nieblas viscosas que en estas fechas abrazan los paisajes del valle del Tajo. Cuatro horas de viaje después llegaba a una soleada y muy fría Mesegal, donde la helada se deshacía en columnas de vapor caliente.
LA FIESTA
La fiesta de La Carvochá y La Chicharrona es un festejo hurdano recuperado en tiempos recientes por eminentes hurdanófilos, asociaciones y amigos apasionados de la cultura y el mundo popular "jurdano". En realidad se trata de dos festejos unidos en una única celebración y en un único lugar, Mesegal, una pequeña alquería de Pinofranqueado (Cáceres). La Carvochá está dedicada al ancestral culto a las benditas ánimas de nuestros antepasados. Es conocida también en otros puntos de la geografía extremeña como calvote o calvotá, esto es, el acto de asar las castañas en las brasas. La Chicharrona anuncia la llegada del invierno y el tiempo seco, y con ellos, la época de sacrificar al gorrinu.
Una fiesta compleja y ritualizada, donde se mezclan numerosos personajes, como tamborileros, un maestro de ceremonias, el portador de la esquila de ánimas, la chicharrona y el macho cabrío -el chicharrón-, entre otros.